Principalmente alimentos crudos, así como pescados con alto contenido de mercurio (ejemplo; tiburón, espada, mero, caballa, atún fresco, lubina, anguila, langosta, pargo), quesos que NO sean pasteurizados o quesos blandos maduros, incluso los que están hechos con leche pasteurizada (queso azul, camembert entre otros). Infusiones y café.

Sin lugar a dudas y por siempre será la LECHE MATERNA.

No, no hay necesidad, a través de la leche materna recibe todos los nutrimentos necesarios para su crecimiento y desarrollo.

Según las nuevas recomendaciones de alimentación complementaria entre los 8 y 12 meses de edad se puede integrar a la dieta del lactante alimentos como; huevo, pescado y derivados lácteos (yogurt y quesos), siempre y cuando no haya antecedentes de alergias en la familia, en cuanto a la leche entera de vaca como tal se recomienda introducir a partir de los 12 meses de edad.

Según las curvas de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el peso adecuado para un niño de 6 meses oscila entre 7.1 – 8.9 kg, mientras que para una niña de la misma edad es de 6.4 – 8.3 kg. Sin embargo es importante mencionar que el peso en relación a la edad no es el único indicador nutricio para hacer un correcto diagnóstico del estado nutricio de los niños. Así que es importante asistir con un profesional en esta área.

Prácticamente todo tipo de alimentos saludables, a partir de los 12 meses de edad (1 año) el niño se incorpora a la alimentación familiar, siempre y cuando la dieta de la familia sea saludable, entonces, un niño de 4 años puede consumir lo mismo que consume la familia.

Depende de muchos factores para poder determinar si es normal o no, se tienen que evaluar distintos aspectos, ya que cada niño (a) es diferente, pero de manera general, en esta etapa, escolar, los niños (a) tienen en promedio un incremento de peso de 3 – 3.5 kilogramos por año.

Para responder esta pregunta es necesario una evaluación nutricia completa, la cual deberá de incluir aspectos antropométricos (peso, talla), bioquímicos (en el caso de que los otros aspectos no me den la respuesta necesaria), clínicos y por último pero no menos importantes dietéticos (en donde se observa a través de encuestas dietéticas si se está sub o sobre estimando la ingesta calórica que tiene el niño/a). Es importante comentar que en esta etapa es completamente normal y esperado que los niños(a) presenten una disminución en el apetito, ya que el crecimiento que tienen es esta edad es lento comparado con el crecimiento que tuvieron en la primera etapa de la vida (del nacimiento a los 12 meses).